prohibido no tocar

 

Valeria no ve desde que nació, sin embargo, ahora es una chica de nueve años, muy guapa y que tiene las mismas ilusiones y esperanzas que los niños de su edad. Esta chica de Zafra es un ejemplo a seguir, buena estudiante y buena hija, se supera cada día por conocer el mundo que le rodea y vive la vida con la intensidad de su edad.
El pasado sábado mostraba una sonrisa ejemplar a las puertas del Museo de la Naturaleza Salvaje, donde aguardaba el momento para entrar y conocer el mundo animal que esconde esta instalación de Almendralejo junto con el resto de los veinte chicos de la ONCE que participaron en esta visita guiada al centro.
Aunque parezca mentira, su ilusión era enorme y es que no todos los días se tiene la oportunidad de conocer cómo son los tigres, leones, osos pardos y blancos, antílopes, cocodrilos o renos, en definitiva, una selección del mundo salvaje de los distintos hábitats que hay en los cinco continentes. Con sus manos y ayudada por su madre, Valeria pudo hacerse una idea de cómo son los animales gracias al sentido que más desarrollado tienen los invidentes, el tacto, y por la expresión de su cara, le encantaban.
Junto a Valeria había otros muchos niños ilusionados, como Carmen, que además tiene otros problemas de discapacidad cognitiva añadidos, y que preguntaba tímidamente en la puerta si los animales no le iban a hacer nada si los tocaban. O Sara, una niña china que tiene baja visión y que ve menos del 10 por ciento y que aprovechaba para ver los animales a través del visor de la cámara de esta periodista, ya que sólo puede ver a muy corta distancia.
Todos ellos, que estudian en colegios públicos o privados junto a niños sin problemas visuales y que reciben semanalmente el apoyo de profesores de la ONCE y de la Consejería de Educación y su asesoramiento, desplazándose a los distintos centros, visitaron este museo junto a sus hermanos y padres.
Se trataba de la convivencia anual que celebran los niños de la ONCE de la provincia de Badajoz y sus familias en distintas localidades extremeñas y que este año se centró en Almendralejo, donde tras la visita al museo, tuvieron un almuerzo en uno de los pabellones del polideportivo municipal 'Tomás de la Hera'.