FIESTA GRANDE A GOLPE DE CORAZÓN Y A RITMO DE SOLIDARIDAD

 

Monumental de Frascuelo: Festival a beneficio de Granadown. Tres cuartos de entrada. Al termino del paseíllo los alumnos de Granadown entregaron recuerdos a todos los actuantes.

Ganado: Cinco novillos para lidia a pie de Enrique Ponce, de interesante juego por su gran nobleza, aunque desiguales en cuanto a fuerza, y dos novillos para rejones de Fermín Bohórquez, el primero parado y el séptimo, extraordinario, premiado con la vuelta al ruedo. Este último, sobrero, fue regalado por Diego Ventura.

Actuantes: El rejoneador Diego Ventura, ovación y dos orejas y rabo. Los matadores Enrique Ponce, oreja; Manuel Jesús 'El Cid', oreja; David Fandila 'El Fandi', dos orejas y rabo, y el novillero Miguel Hidalgo, dos orejas.

A golpe de corazón y a ritmo de solidaridad. Con la misma ilusión y entrega con que las familias y profesionales de Granadown luchan cada día, hombro con hombro, para construir un futuro mejor para sus alumnos. Con el mismo coraje con el que encaran, año tras año, los muchos proyectos emprendidos y las dificultades encontradas en el camino. Con el mismo espíritu de superación de quienes nunca ven un techo y jamás se dan por vencidos. Con la misma alegría de los que sólo buscan la felicidad de los demás. Con el mismo orgullo y satisfacción de ser partícipes de una obra importante. Con el mismo sentimiento de quien despliega su sensibilidad y lo mejor de sí mismos para darlo todo en servicio de una buena causa. Así lo vivieron y así lo expresaron todos los actuantes de la decimoquinta edición del festival a beneficio de Granadown, que ayer inauguró con gran éxito la temporada en la Monumental de Frascuelo. Y triunfos artísticos aparte -que los hubo e importantes- lo mejor de todo fue comprobar, una vez más, que el público sigue respondiendo a esta cita solidaria, que tan acertadamente emprendió en su día el maestro Enrique Ponce y que aún hoy mantiene intacto su poder de convocatoria gracias a una brillante trayectoria de éxitos y a la participación de muchas y buenas voluntades.

Dicen los muy sabios que todo cuanto se hace de corazón en esta vida vuelve antes ó después y en el caso del diestro de Chiva la recompensa a todos sus esfuerzos en este festival se convirtió ayer en una triple gratificación: como alma máter del festejo, como torero y como ganadero. Porque los novillos de su propiedad que saltaron al ruedo del coso capitalino demostraron una gran clase y sólo la justeza de fuerzas de que hicieron gala en mayor o menor medida impidió un festejo aún más redondo, si cabe. Los astados de peor fondo, curiosamente le correspondieron al propio titular y a Manuel Jesús 'El Cid', aunque, claro, en semejantes manos el defecto acabó por convertirse en virtud. Ponce, que ya había deleitado a la concurrencia con su exquisitez habitual tiró de conocimiento para tapar al novillo cuando éste comenzó a protestarle porque ya se quedaba muy corto. Acabó cortándole una oreja y otra más, de mucho peso, fue a manos de Manuel Jesús 'El Cid'. En este caso, el de Salteras pareció ejercer de improvisado adivino, además de excelente torero, porque sólo él pareció presagiar el buen desenlace de su faena. No auguraba nada bueno el burel tras derrumbarse varias veces, pero 'El Cid' no sólo logró recuperarlo sino también exprimir toda la nobleza que llevaba dentro y, a la postre, firmar una faena de larga duración. Increíble, pero cierto. Tan cierto como que David Fandila 'El Fandi' vuelva a triunfar en su tierra, pero con el mérito de mantener siempre intacta su capacidad de sorpresa y su particular idilio con el tendido. Cada vez más poderoso, seguro y profundo, al ídolo local no se le pudo pedir más frente al buen cuarto. Apuró mucho en las distancias y volvió a sentar cátedra en cuatro pares de banderillas.

Presentaciones afortunadas

Además del citado 'Cid', las otras grandes novedades de este festival venían representadas por el rejoneador Diego Ventura, Cayetano y el novillero granadino Miguel Hidalgo. Los dos últimos -porque capítulo aparte merece Ventura- supieron responder claramente a la expectación creada. Cayetano caló con fuerza por sus ganas, torería e improvisación e Hidalgo porque no se amilanó ante semejante compromiso. Asentó con firmeza las zapatillas, corrió la mano y sorprendió por su claridad de ideas. Máximos trofeos para Cayetano y doble trofeo, muy merecido también, para el granadino.

Un genio Lo de Diego Ventura en la Monumental de Frascuelo sólo puede describirse con una palabra: genialidad. El rejoneador luso-sevillano, que ayer inauguraba su campaña española, tuvo el gesto de regalar el sobrero de Fermín Bohórquez para sacarse la espina que le había dejado el parado primero. Y el destino -ya lo decíamos, generoso con las buenas obras- quiso traerle otro ejemplar del mismo hierro que tuvo toda la codicia y el empuje que le faltó al anterior. Y a esa emoción de la bravura, recompensada con la vuelta al ruedo, se unió la capacidad de un torero que se rompió por completo y acabó poniendo al público en pie. El mejor broche posible para la tarde. Granadown se lo merecía.

 

 

Fuente: Ideal.es // María Dolores Martínez